Royal Mile: la espina dorsal de la ciudad antigua.

La ciudad está dividida en dos por el castillo. La ciudad antigua y la ciudad nueva.
Desde el castillo parte una de las calles que vertebra la ciudad y es la llamada Royal Mile.
Es una calle repleta de pubs, tiendas de souvenirs, y sitios muy curiosos como la cámara oscura, el museo del whisky, la tienda donde se venden y fabrican las famosas telas escocesas para hacer los kilts. Realmente es una calle que está hecha para pasear.
La Royal Mile comunica el castillo con el palacio de Holyrood. Su nombre tiene su origen en que era por esta calle por donde se desplazaban los reyes desde el castillo al palacio real.
En el palacio de Holyrood se aloja la reina cuando viene a Edimburgo.
Al ser una ciudad medieval tiene a lo largo de esta calle intrincados callejones llamados closes y los patios llamados courts. No dejéis la oportunidad de perderos por alguno de ellos.
La parte más antigua y más cercana al castillo es la llamada Castle Hill y Castle Esplanade, es aquí donde se celebra el famoso Tatoo  Festival durante el mes de agosto.
A continuación, en la misma Royal Mile, se encuentra Lawnmarket. Es la parte donde se pueden encontrar más tiendas para turistas. Algo muy curioso en este tramo de calle es la Gladstones' Land. Es una casa rehabilitada del siglo XVI, donde se puede comprobar como vivían los ciudadanos de Edimburgo en aquella época.
Continuando hacia Holyrood, nos encontramos con la catedral de St. Giles, aunque se conoce como la catedral de Edimburgo, en realidad no lo es. Al sufrir numerosas reformas y añadidos, se puede comprobar por dentro, que su interior pertenece a varias épocas.
En Canongate se pueden observar unos baldosines metálicos que delimitaban donde estaban las murallas de la ciudad, ya que Edimburgo terminaba justo en ese punto y allí comenzaba Canongate que era un burgo independiente.
En Abbey Strand es donde se encuentra la plaza del parlamento y desde nos conduciremos hasta el palacio de Holyrood.